Son varios los estilos de diseño y decoración que pueden representar la personalidad de un espacio, sin importar si es de uso comercial o residencial. Esto depende, básicamente, de los colores, los muebles y la decoración que se le dé a cada área, tal como mencionamos en el artículo sobre “Tendencias en diseño y decoración de espacios” donde explicamos un poco sobre algunos de los estilos más usados en esta década.
Ahora bien, entrando en materia, si te gustan los espacios funcionales, amplios y donde resaltan los colores claros y las líneas rectas el estilo nórdico puede ser el indicado para tí. Por eso, en esta ocasión hemos optado por brindarte algunos consejos para que puedas añadir este estilo en tu hogar, sin complicaciones.
Estilo Nórdico ¿De qué se trata?
En los últimos años, este estilo se ha posicionado como uno de los más importantes gracias a su simplicidad, sencillez y atemporalidad. Pues, aquí la iluminación natural es indispensable y los colores claros se apoderan del 100% de cada habitación, ya que estará presente en paredes, suelos, muebles e, incluso, en los elementos decorativos.
Además, el uso de materiales naturales dan un toque extra a los espacios, aquí sobresale el uso de madera en los suelos, que fácilmente puede reemplazarse con pisos de PVC, al igual que en las estanterías o en los muebles y complementos.
A pesar de que es un estilo muy “simple”, en este sobresale la personalidad de quien allí reside y la exclusividad en sus gustos, pero siempre transmitiendo calidez y, sin dejar de lado, que se mantenga como un espacio altamente funcional.
Origen del estilo nórdico
Este estilo nace en el siglo XIX en los países nórdicos, aquellos del norte de Europa (Suecia, Dinamarca y Noruega), donde los fuertes cambios de clima exigían el uso de mobiliario de calidad que, además de ser duraderos, transmitieran calidez visual para contrarrestar el frío del exterior. Sin embargo, en su mayoría, los muebles eran fabricados de madera y su diseño era sencillo, ya que debían fabricarse en tiempos muy cortos.
A mediados del siglo XX, por 1930, se empezó a considerar a este tipo de decoración como una tendencia adoptada por diseñadores de todo el mundo, quienes la denominaron como “decoración escandinava” y la fueron fusionando, poco a poco, con las tendencias de la época.
Sin embargo, resultó ser un estilo tan llamativo que, con el paso de los años, se posicionó como un estilo de diseño que se ha ido acomodando a la temporada y ha adoptado nuevos elementos sin perder su originalidad, donde los espacios abiertos e iluminados se mantienen como prioridad.
Cómo adaptar el estilo nórdico a tu hogar.
Al ser un estilo de decoración elegante y distintivo, resulta ser muy atractivo para quienes buscan convivir en un espacio amplio, cómodo y funcional que, a la vez, sea acogedor, pero que mantenga una apariencia perfecta, como de revista.
Si te preguntas cómo lograrlo, estas son algunas características que deberás tener en cuenta:
- Evitar tener elementos que no sean decorativos ni funcionales. – La idea es mantener siempre una limpieza visual en cada rincón de la habitación.
- Su estética minimalista puede parecer más asequible. – Sin embargo, algunos de los elementos y materiales usados en este estilo suelen ser exclusivos. Aunque hay otros, como los suelos, que pueden reemplazarse por pisos vinílicos que mantienen una excelente apariencia pero son de bajo costo, comparados con la madera natural.
- Conseguir la mayor luminosidad natural es indispensable. – Para lograrlo se puede instalar cortinas livianas y vaporosas que permitan pasar la luz sin interrupción.
- Las paredes blancas, o de color muy claro, ayudan a reflejar la luz. – Con el fin de crear un espacio con un alto nivel de iluminación, las paredes suelen pintarse de color blanco que ayuda a dar una percepción visual de amplitud a cada espacio; sin embargo, últimamente se ha optado por usar otros colores como el gris, azul y rosa en tonos muy claros y pálidos para reemplazar el blanco y aportar un toque de personalidad a cada habitación.
- Los pisos y muebles de madera son los favoritos. – La apariencia de la madera aporta un aire rústico y tradicional que, sin necesidad de sobrecargar los espacios, nos hace sentir identificados con la naturaleza, pero a la vez sentir calidez y confort. Sin embargo, para hacer que la adaptación al estilo nórdico sea asequible, te invitamos a recurrir a instalar pisos LVT arquitectónico que resulta muy agradable a la vista gracias a su apariencia hiperrealista que simula la madera, y para los muebles complementarios puedes optar por madera forrada en melamina de color gris o marrón oscuro, que contraste con el blanco pero que combine con el color del piso y de los muebles.
- Complementos de materiales naturales. – Implementar accesorios decorativos fabricados de materiales naturales dan un toque único y con personalidad a tus espacios, además de la madera también puedes recurrir a usar piedra.
- Simplicidad en los muebles. – Mobiliario sencillo, de líneas rectas y de altura baja son muy comunes en este tipo de estilo, usualmente son de color blanco o de madera. Para crear un punto focal puedes poner uno de tus muebles de color oscuro, así se convertirá en el centro de atención.
- El uso de plantas aporta frescura y vitalidad.
- La calidez de la habitación se da con ayuda de los textiles. – En tapetes, cojines o mantas puedes usar lino, lana o cuero para que la habitación se vea acogedora y rompa con tanto blanco.
- Un ambiente industrial. – Si además de las características del estilo nórdico quieres mantener una apariencia industrial, puedes hacer que parte de una pared tenga ladrillo visible y usar elementos metálicos en los muebles o accesorios. La madera y el metal se complementan de una manera fascinante.
Los mejores pisos naturales para tu hogar
Ahora bien, para ayudarte a elegir la mejor opción de pisos para tu hogar, que cumplan con lo estipulado por el estilo nórdico, a continuación te compartiremos 2 tipos de pisos naturales a los que podrás recurrir durante la remodelación.
Para empezar los suelos naturales están fabricados con materiales extraídos de la naturaleza, como la madera o la piedra, o cumplen ciertos requisitos durante el proceso de extracción, fabricación, instalación y mantenimiento de los materiales, siendo siempre respetuosos con el medio ambiente y las personas que les rodean.
Pisos de madera
Como hemos mencionado previamente, los pisos de madera aportan calidez y hacen de un espacio tradicional uno muy acogedor y elegante. Además brindan un aislamiento térmico que protege ante el frío o el calor excesivo y vienen en diferentes presentaciones, agrupados por color, formato y acabados, donde las vetas siempre serán visibles al aportar una belleza particular.
Sin embargo, este tipo de pisos de madera natural suelen ser muy costosos y requerir mucho cuidado, ya que pueden deformarse fácilmente ante la presencia de humedad. Por lo tanto, nuestra recomendación es usar pisos vinílicos con apariencia hiperrealista que, además de lucir exactamente igual a la madera, son pisos que resisten la humedad, aportan calidez, se ofrecen en diferentes formatos y presentaciones y, no menos importante, te permitirán ahorrar mucho tiempo de instalación y dinero.
Pisos de Piedra
Los pisos de piedra son muy llamativos y duraderos, sin embargo la mayoría tienden a ser un poco rígidos, visualmente, como para usarse en interiores, en habitaciones o en áreas sociales. Por eso se suele usar en exteriores, espacios semi exteriores, jardines y áreas altamente húmedas (piscinas, patios o terrazas).
La opción más común de este tipo de pisos es el mármol, que aporta mucho carácter a cualquier espacio, es un material muy versátil, duradero y fácil de reparar.
Como ves, involucrar el estilo nórdico en tu hogar puede ser sencillo, siempre y cuando tengas claras las características de este y tus ideales. Lo único que debes evitar es tener más de lo que necesitas, procura siempre optar por usar colores claros y recuerda que menos es más.
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